Rodrigo (710-711), un storyboard del rey godo
Rodrigo (710–711), último rey visigodo reconocido, accedió al trono en medio de una disputa sucesoria tras la muerte de Witiza. Enfrentó la invasión musulmana sin el apoyo unánime de la nobleza, que estaba dividida. Fue derrotado en la batalla de Guadalete (711), evento que marcó el colapso del reino visigodo y el inicio de la conquista islámica de Hispania. Su figura, envuelta en leyendas, representa el fin de una era y la transición hacia la Edad Media peninsular bajo dominio musulmán.
Ascenso al trono
En 710, Rodrigo toma el poder en Toledo tras la muerte de Witiza, apoyado por nobles opuestos a los hijos del rey anterior. Su coronación, en una basílica, está marcada por la división, con los partidarios de Witiza conspirando en las sombras. Rodrigo, de unos 40 años, promete defender el reino, pero su ascenso violento genera inestabilidad. La ciudad vive con miedo, con mujeres cosiendo estandartes y hombres reforzando murallas.
Corte dividida
En 710, Rodrigo preside una corte fracturada en Toledo, intentando unir a los nobles. En una sala, ofrece tierras a los leales, pero los partidarios de Witiza conspiran, y Rodrigo refuerza su guardia, temiendo un golpe. Los obispos piden paz, pero la amenaza musulmana crece en el sur. La ciudad vive con mercados vigilados, mujeres murmurando y hombres afilando espadas.
Preparativos militares
En 711, Rodrigo organiza un ejército en Toledo tras rumores de una invasión musulmana. En un campo, supervisa entrenamientos, exhortando a sus generales a defender el reino. Sin embargo, las divisiones internas debilitan sus fuerzas, y Rodrigo, frustrado, ignora las traiciones que se gestan. La ciudad se prepara para la guerra, con mujeres cosiendo banderas y hombres forjando lanzas.
Corte bajo amenaza
En 711, Rodrigo reside en un Toledo al borde del colapso, recibiendo noticias de la invasión musulmana. En una sala, revisa mapas con generales, mientras los guardias refuerzan las puertas, temiendo traiciones internas. Los obispos rezan por la salvación, pero Rodrigo, desesperado, sabe que su reino pende de un hilo. La ciudad vive con miedo, con mujeres lavando ropa y hombres afilando espadas.
Oración desesperada
En 711, antes de partir al Guadalete, Rodrigo ora en una capilla de Toledo, pidiendo fuerza para salvar su reino. Solo, con un crucifijo, reflexiona sobre las divisiones que lo condenan. Afuera, los guardias murmuran, y la ciudad se prepara para la guerra, con mujeres rezando y hombres reforzando murallas, marcando el ocaso de un rey.
Batalla de Guadalete
En 711, Rodrigo enfrenta la invasión musulmana liderada por Tariq ibn Ziyad en la batalla de Guadalete. En un campo del sur, lidera a sus tropas, blandiendo una espada, pero la traición de los partidarios de Witiza, como Oppas, debilita su ejército. Derrotado, desaparece, posiblemente muerto o huyendo. La batalla marca el fin del reino visigodo, con mujeres llorando en aldeas y hombres abandonando armas rotas.
Legado perdido
Tras la derrota en Guadalete, Rodrigo es olvidado, su reino conquistado por los musulmanes. En una aldea, un cronista escribe su breve historia, mientras los nobles supervivientes huyen. Los obispos lamentan el fin del reino visigodo, y la vida cotidiana cambia bajo nuevos amos, con mujeres hilan lana y hombres abandonando armas rotas.
Rey anterior | Rey | Rey posterior |
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Witiza (700-710) | Rodrigo (710-711) | Pelayo |