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Eurico (466-484), un storyboard del rey godo

Eurico (466–484). Hermano y asesino de Teodorico II, fue uno de los más poderosos y ambiciosos reyes visigodos. Durante su reinado, completó la conquista de gran parte de Hispania y consolidó un reino visigodo fuerte y autónomo, desligado de la autoridad romana. Promulgó el Código de Eurico, una recopilación de leyes visigodas escrita en latín, símbolo de su voluntad de institucionalizar el poder godo. Su reino se convirtió en una de las principales potencias del occidente europeo, y su gobierno marcó el punto de madurez política y territorial del Reino visigodo.


Toma del poder

En 466, Eurico mata a su hermano Teodorico II en Tolosa, aprovechando el descontento nobiliario. Tras el asesinato, reúne a los nobles en una plaza y se proclama rey, prometiendo liberar a los visigodos del yugo romano. Su audacia inspira a algunos, pero otros temen su crueldad, iniciando un reinado de hierro.

Consejo para consolidar el poder

Semanas tras su ascenso, Eurico convoca un consejo en Tolosa para aplacar a los nobles leales a Teodorico II. Ofrece tierras en Hispania y promete victorias contra Roma. Su carisma y amenazas veladas aseguran la lealtad, pero su decisión de marginar a los galorromanos siembra tensiones futuras.

Expansión en Galia

En 469, Eurico lanza una campaña para conquistar Arlés y Marsella, desafiando a Roma. Lidera personalmente el asedio de Arlés, dirigiendo a sus tropas desde una colina. La caída de estas ciudades fortalece su control en Galia, pero la resistencia galorromana lo obliga a negociar con algunos obispos locales.

Matrimonio estratégico

En 468, Eurico se casa con una noble visigoda para consolidar alianzas internas. La ceremonia, en Tolosa, combina ritos arrianos y paganos, reflejando la diversidad religiosa del reino. Eurico, en un raro momento de celebración, baila con su esposa, pero su mente está en las próximas conquistas.

Ruptura con Roma

En 475, Eurico declara la independencia del reino visigodo, aprovechando la debilidad del Imperio Romano Occidental. En una ceremonia en Tolosa, quema un tratado romano ante su corte, proclamando un reino soberano. La audacia galvaniza a los visigodos, pero alarma a los galorromanos, que temen perder privilegios.

Conquista de Hispania

Entre 470 y 480, Eurico extiende su dominio sobre Hispania, capturando ciudades como Tarragona y Mérida. En una campaña en el valle del Ebro, derrota a bandidos y nobles romanos rebeldes, consolidando su poder. Negocia con obispos hispanorromanos para asegurar lealtad, mostrando su pragmatismo.

Código de Eurico

En los 470, Eurico promulga un código legal que regula la vida de godos y romanos, estableciendo leyes sobre herencias y disputas. En una audiencia en Tolosa, explica las normas a nobles y clérigos, buscando unificar su reino diverso. El código, escrito en tablillas, marca un hito en la identidad visigoda.

Educación de Alarico II

En 475, Eurico educa a su hijo Alarico II en Tolosa, enseñándole tácticas militares y leyes. En un campo, le muestra cómo liderar una carga, mientras le habla de la independencia visigoda. Alarico, joven y serio, absorbe las lecciones, pero Eurico teme que carezca de su misma dureza.

Conflictos con los francos

En 470, Eurico enfrenta a los francos de Childerico en una batalla en el Loira. Aunque no logra una victoria decisiva, sus tácticas defensivas salvan territorios clave. Desde un campamento, planea fortificar el norte, consciente de que los francos serán una amenaza constante para su reino.

Construcción de iglesias arrianas

En 478, Eurico impulsa la construcción de iglesias arrianas en Tolosa para reforzar la identidad visigoda frente al catolicismo romano. Supervisa una obra, hablando con un arquitecto godo. La iniciativa fortalece a su clero, pero aliena a los obispos católicos, profundizando la división religiosa.

Consolidación del reino

Eurico fortalece Tolosa como capital, construyendo almacenes y murallas. En una audiencia, distribuye tierras a nobles leales, asegurando su apoyo. Su corte, vibrante y militarizada, atrae a poetas y mercaderes, pero las tensiones con los galorromanos persisten, desafiando su visión de unidad.

Tensión con los galorromanos

En 480, Eurico enfrenta quejas de nobles galorromanos en Burdeos, que acusan a los visigodos de confiscar tierras. En un encuentro tenso, promete justicia, pero refuerza su guardia, temiendo una revuelta. Su dureza evita el conflicto, pero pierde aliados potenciales.

Designación de Alarico II

En 483, Eurico, enfermo, prepara a su hijo Alarico II como sucesor. En una ceremonia privada en Tolosa, le entrega un torque de oro y le aconseja mantener la independencia. Alarico, inseguro, promete seguir su legado, pero Eurico teme que los francos aprovechen cualquier debilidad.

Banquete para los nobles

En 482, Eurico organiza un banquete en Tolosa para celebrar victorias y unir a su corte. Comparte hidromiel y narra sus conquistas, pero vigila a los nobles, sospechando traiciones. La celebración, con música y danzas, muestra su poder, pero también la fragilidad de su reino diverso.

Muerte natural

En 484, Eurico muere en Tolosa, aquejado por fiebres. En su lecho, rodeado de su familia y nobles, dicta sus últimas órdenes, instando a Alarico II a resistir a los francos. Su funeral, con ritos arrianos, reúne a miles, que lloran al rey que les dio independencia, aunque su legado divide a godos y romanos.

Legado en la memoria visigoda

Años tras su muerte, los visigodos recuerdan a Eurico en un consejo en Tolosa. Un poeta canta su saga, desde el fratricidio hasta la independencia, mientras Alarico II escucha, consciente del peso de su herencia. La memoria de Eurico inspira orgullo, pero también miedo a perder lo conquistado.

 

Rey anteriorReyRey posterior
Teodorico II (453-466)Eurico (466–484)Alarico II (484–507)