El Radagaisus godo y el Radagast de Tolkien

El Radagast de Tolkien fue, junto a Gandalf y Saruman, uno de los tres magos enviados a la Tierra Media. Era originariamente un espíritu maia de Yavanna llamado Aiwendil, que significa ‘amante de las aves’, y tenía la virtud de hablar con los animales, sobre todo con los pájaros. Poco se sabe de él tras la Guerra del Anillo, excepto algunas anotaciones que aparecen en Las cartas y en los Cuentos inconclusos. Se dice que Radagast se quedó en el noroeste de la Tierra Media, en Rhosgobel en las fronteras del Bosque Negro, y que se interesó demasiado en animales y aves, y en cambio se desinteresó en lo que de verdad le concernía: luchar contra Sauron.

El espíritu maia de Radagast era capaz de hablar y entender el lenguaje de los pájaros, uno de los poderes característicos de todo chamán. Existe la creencia que los primero chamanes fueron aves, y está atestiguado el uso de disfraces de pájaro por parte de los chamanes cuando su alma viaja por todas partes, observando sucesos en lugares remotos, mientras su cuerpo yacía inanimado en casa (E.R. Dodds. Los griegos y lo irracional).

En la mitología escandinava, la facultad de entender el lenguaje de los pájaros era signo de gran sabiduría, no solo Odín la poseía, cuyos cuervos Hugin y Munin volaban por todo el mundo y le contaban lo que sucedía, también Sigurd fue capaz de entender el lenguaje de los pájaros tras probar la sangre del dragón Fafner.

Además de dejar claro que el mago Radagast poseía uno de los principales poderes atribuidos a los chamanes, poco más dice Tolkien respecto a Radagast. Existen sin embargo otras fuentes que arrojan más luz acerca del personaje de Tolkien, fuentes históricas que inspiraron a Tolkien en la creación de su mago Ragadast: el godo Radagaisus.

Después de luchar junto a Alarico y ser derrotado en las campañas godas del año 401, el rey godo Radagaiso invadió Italia en el año 406. Las fuentes no le atribuyen los poderes chamánicos del trance y la bilocación de los chamanes griegos, sin embargo su nombre puede vincularse al sacerdocio de Zalmoxis.

Su nombre godo Radagais fue latinizado añadiendo el sufijo –us, y las fuentes dicen que era un godo pagano practicante, que se creía protegido por los dioses, a los que ofrecía sacrificios. San Agustín lo cita en suLa ciudad de Dios», y explica que a pesar de todo su potencial bélico, y de aplacar e invocar a los dioses con sacrificios diarios, fue vencido.

Las fuentes hablan de él como de jefe bárbaro, e incluso como rey godo, sin embargo la etimología de su nombre godo muestra un significado que podríamos asociar a la esfera religiosa, a la de un miembro de la casta sacerdotal goda, ya que su hombre significa “lanza de sabio consejo”.

 

No mucho más atrás en el  tiempo los sacerdotes de Zalmoxis hicieron uso del ritual de las lanzas para comunicarse con su dios a través de sacrificios humanos. Como su propio nombre lo indica, el consejero de la lanza, Radagaisus poseía los atributos de un sacerdote godo y la capacidad de oficiar sacrificios humanos como habían hecho los tracios no muy lejos del lugar donde él mismo había nacido.  Al igual que los sacerdotes de Zalmoxis, el godo Radagaisus buscó la ayuda y el consejo de los dioses mediante sacrificios, ya que su futuro y el de su pueblo dependería del favor de los dioses.

La figura de Radagast de Tolkien, un chamán retirado en el bosque, tiene su contrapartida en la de un chamán guerrero, un líder que guió a sus hombres mediante víctimas cruentas a los dioses, sacrificios paganos bien alejados del ideal de Tolkien.

La gran pregunta es, ¿hasta qué punto Tolkien se inspiró en la figura histórica de Radagaisus para su Radagast? ¿Qué relación hay entre el Radagast chamán y el Radagaisus sacerdote godo? Podemos estar seguros que Tolkien conocía la etimología de Radagaisus, pero ¿conocía también el culto dacio y lo que pudo haber significado ‘consejero de la lanza’? Y la otra gran pregunta es, ¿fue Radagaisus el único sacerdote Asatrú godo que la historia ha registrado? El significado de su nombre y sus sacrificios a los dioses, así parecen indicarlo.

Lo que sí es cierto es que tras la derrota en el mítico bosque de Myrkviðr que separa los godos de los hunos, Atanarico y unos pocos guerreros se quedaron en la desembocadura del río Don en el mar de Azov para defender la huída de sus hermanos hacia el Imperio. Seguramente entre ellos estaba Radagaisus, un godo tarabostesei perteneciente a un linaje de sacerdotes-chamanes godos, que con los años saldría del Bosque Negro para guiar a sus hermanos contra el Imperio Romano.

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