Conjunciones, mirabilia y la llegada del cometa Pan-STARRS

 “Las faltas graves de impiedad eran castigadas por los dioses con el envío de prodigios que
advertían a los hombres la ruptura de la paz entre los dioses y los hombres”

J.M. Blázquez, Historia de las Religiones Antiguas

 

La influencia del Tetrabiblos de Ptolomeo se hizo oír en toda la tradición antigua, en especial su interpretación de los eclipses y de las posiciones planetarias, lo primero y más importante del modo en que podían preverse los acontecimientos universales antes de que tengan lugar.

Pero no sólo los acontecimientos astrológicos sirvieron de presagio en el mundo antiguo, sino que incluso antes de la aparición de la obra de Ptolomeo, las mirabilia destacaron por su papel de transmisores de los designios divinos. Ya en la religión romana de la República, se mencionan las causas de la aparición de estas mirabilia.  Tito Livio, quien consultó la Tabula Pontificis y los Anales Maximi, nos informa que los prodigios podían adquirir diferente forma.

 

  • Ámbito celeste:  eclipses de sol o de luna, cometas, rayos que alcanzaban lugares públicos, lluvias de materias insólitas
  • La tierra: terremotos, agua teñida de sangre
  • El mundo animal y vegetal: nacimientos con malformaciones físicas, aparición de animales y plantas en lugares insólitos, animales que hablan, epidemias y pestes

 

En los últimos siglos de la República y bajo la influencia de la adivinación etrusca, el prodigio se transformó en un signo capaz de prefigurar el porvenir para la comunidad. El interés se fue centrando, en adelante, no tanto en la expiación del prodigio cuanto en su significado: quid portendat prodigium?

Pero entre estos prodigios destacó el de la aparición de cometas, que en el mundo romano fueron llamados «estrellas melenudas», dado que el nombre de cometa procede del griego kome que significa cabellera. Para los caldeos, padres de la astronomía antigua, los cometas eran otros planetas que permanecían escondidos durante un tiempo porque estaban muy alejados y solo aparecían al descender hacia nosotros.

Mientras que en Roma la aparición de cometas estuvo asociada a grandes cataclismos y desgracias, en la antigua Babilonia, los cometas eran considerados signos de buen o de mal agüero, en función de su dirección, forma o color, unos señalaban buenas cosechas y otros mermas en el crecimiento del trigo.
Los astrólogos árabes y judíos también realizaron interpretaciones sobre los cometas, como se recoge en los escritos de Albumasar (787-886) y Al-Kindi (c. 801-873). A diferencia de sus predecesores, estos autores utilizaron en su interpretación de los cometas las conjunciones de los signos del zodiaco dadas en el momento de su aparición. Si para los caldeos la aparición de un cometa en los cielos significaba la aparición de un nuevo emperador, o lo que es lo mismo, el fin del jefe supremo, para los autores árabes la disposición de los astros en los cielos también marcaba en nacimiento de grandes figuras históricas.

El cometa Pan-STARRS C/2011 L4, descubierto en junio de 2011, empezó a verse el día 12 de mayo en la constelación de Piscis, el 13 de mayo en la  constelación de Andrómeda, y el 14 de mayo en la  constelación de Pegaso, como si Pan, el semidiós de los pastores y rebaños en la mitología griega, atravesase el cielo para animar el ministerio petrino de Francisco I, pastor de los católicos elegido el día 13 de mayo bajo el augurio de un cometa.